sábado, 26 de octubre de 2013

Mousse de queso con crujiente de jamón y galleta de nueces

Cuando leí en el blog Coulis de Limón las bases del concurso de Tu receta en vasito y tu mejor fotografía enseguida me lancé para presentarme. Por mi cabeza pasaron un montón de ideas para recetas, tanto dulces como saladas. Me encantan los mousses, las cuajadas y los helados. Y los aperitivos salados, presentadas en vasitos, me parecen una idea muy original. Así que me decanté por esta última opción. 

Para empezar aposté por el queso, un ingrediente que me gusta mucho. A continuación, recuperé las bolitas de queso de cabra del Blog de cuina de la Dolorss, una receta que he hecho varias veces. Para esta ocasión, decidí interpretarla sustituyendo el queso de cabra por un semicurado y las nueces picadas por unas galletas. Quedé satisfecha con el resultado. 


Ingredientes para la mousse:

250 gr de queso semicurado (utilicé García Baquero)
400 ml de nata 
2 hojas de gelatina
Sal
Pimienta

Ingredientes para la galleta de nueces:

2 hojas de pasta brick
50 gr de mantequilla
Nueces picadas
Azúcar moreno

Para el crujiente de jamón:

5 lonchas de jamón ibérico
Papel vegetal



Preparación:

Empezamos por elaborar el crujiente de jamón. Disponemos las lonchas de jamón sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y con la ayuda del contorno de un vaso y la punta de un cuchillo afilado las cortamos en forma redonda. Cubrimos con otra hoja de papel vegetal y ponemos encima otra bandeja de horno. Horneamos, con el horno precalentado, durante unos 10 minutos a 200 ºC. Pasado el tiempo, las retiramos y las dejamos enfriar.
Mientras se hornean vamos preparando la mousse. Hidratamos las hojas de gelatina en un bol con agua fria. Cortamos el queso a trocitos pequeños y los ponemos al fuego junto con la nata. Vamos removiendo con cuidado que no se pegue hasta que se vaya derrita y quede una textura cremosa. Ponemos una pizca de sal -muy poca, porque el jamón ya es salado- y un poco de pimienta. Escurrimos las hojas de gelatina y las vertemos a la mezcla de nata y queso, removiendo hasta que se disuelvan. Ponemos la mousse en los vasos y los dejamos enfriar en la nevera.
Para la galleta de nueces, cogemos las hojas de pasta brick y las ponemos en una bandeja de horno con papel vegetal. Derretimos la mantequilla en el microondas y con un pincel vamos pintando las hojas de pasta. Picamos las nueces con la ayuda de una picadora o un mortero y las esparcimos por encima. Espolvoreamos el azúcar moreno - yo le puse bastante cantidad para dar ese toque de dulce y dorado a la galleta - y las horneamos a 180 ºC durante unos 7-10 minutos hasta que veamos que la galleta está crujiente.
Finalmente, montamos el vaso. Hacemos un corte lateral hasta el centro de las redondas de jamón y los ponemos en el borde del vaso. Cortamos la galleta con las manos a trozos un poco grandes y las clavamos en el centro de la mousse. Desmigamos otro trozo de galleta con la mano y espolvoreamos por encima para decorar.






Para terminar esta entrada quiero agradecer la ayuda que me dieron Iván y Laura tanto para escoger la receta como para prepararla y fotografiarla. A Laura, además de gustarle mucho cocinar, se le da muy bien y aprendo muchas cosas de ella. Iván es el fotógrafo y el catador de recetas. No hace falta que diga que la fotografía es lo suyo porque eso lo podéis ver vosotros mismos. Muchas gracias a los dos!

miércoles, 9 de octubre de 2013

Mermelada de naranja dulce

Desde que cree este blog estoy aprendiendo muchísimas cosas de cocina gracias a mis lecturas de las recetas que rondan por la blogosfera gastronómica. Si hace unos meses me dicen que voy a hacer con mis propias manos una mermelada casera no me lo hubiese creído. Siempre he pensado que era una receta muy complicada y laboriosa -además, si soy sincera, no soy muy amante de las mermeladas-. Sin embargo, cuando por curiosidad empecé a mirar cómo se hacia vi que no tenia que ser tan difícil como pensaba y decidí hacerla.



Es una receta que está publicada en muchos blogs que sigo pero me quedé con la del Blog de cuina de la Dolors -una gran profesional en el mundo de la cocina y, para mi, una maestra-. No obstante, tuve que hacer una pequeña variación. Dolors añade a la mermelada una manzana pelada, descorazonada y troceada. El motivo de añadir esta fruta, como bien explica en su entrada, es que hace que espese la mermelada. Cuando yo me puse a hacerla me di cuenta que no quedaban manzanas en casa y me arriesgué a preparar la receta del mismo modo pero sin esta fruta. No estaba segura que me saliera bien pero únicamente tuve que dejar la mermelada al fuego un rato más para conseguir la densidad adecuada. Y... ¡voilà! Conseguí una mermelada suave, dulce y delicada que nos puede dar mucho juego en la cocina. Mi padre, que es el más goloso de la casa y mi Pepe Rodríguez -jurado más crítico del programa Masterchef- particular, con sólo probarla ya me estaba dando ideas de cómo utilizarla para otras recetas. Por ejemplo, acompañada con un queso fresco para postre o para rellenar tartas y bizcochos.


Ingredientes:

800 gr de naranjas peladas 
400 gr de azúcar
Ralladura de 1 naranja

Preparación:

Lavamos una naranja y rallamos la piel. Reservamos. 

Pelamos todas las naranjas quitando la parte blanca -es lo que amarga la mermelada- y troceamos la pulpa. Hacerlo dentro de un cuenco para no desperdiciar el zumo que suelta porque también lo utilizaremos. 

En una olla, ponemos las naranjas junto con el azúcar y dejamos cocer a fuego lento durante 15 minutos y removiendo de vez en cuando. Pasado este tiempo, añadimos la ralladura de naranja y dejamos cocer unos 15 minutos más. 

Retiramos del fuego y lo introducimos en tarros de cristal previamente esterilizados. Cerramos y dejamos que se enfríe con los tarros boca abajo.

*Para esterilizar los tarros los puse en agua hirviendo durante 10-15 minutos.



viernes, 4 de octubre de 2013

Magdalenas de chocolate blanco y vainilla

Quién no ha hecho nunca magdalenas en casa? Es una receta muy sencilla y quedan mucho más sanas y sabrosas que las industriales que venden en los supermercados. 
Además, partiendo de la receta tradicional podéis añadirle los ingredientes que más os gusten -chocolate, frutas, frutos secos, aromas o confituras-.


Yo esta vez tenía una tableta de chocolate blanco en casa así que la utilicé para dar un toque de sabor y cremosidad a la magdalenas.

Ingredientes para 12 magdalenas:

2 huevos
90 gr de aceite
175 gr de azúcar
200 gr de harina
125 ml de leche
1 cucharada de levadura
1 cucharadita de extracto de vainilla
Azúcar avainillado
100 gr de chocolate blanco

Preparación:

Batimos los huevos con el azúcar hasta que espumen. A continuación, añadimos el aceite, la leche y el extracto de vainilla y volvemos a batir.

En un bol a parte mezclamos la harina con la levadura hasta que esté bien integrado y lo agregamos a la mezcla de los huevos. Lo removeremos poco a poco para que la mezcla no disminuya mucho de volumen. 
Una vez tengamos una mezcla homogénea y sin grumos, cubriremos con papel transparente y reservaremos en la nevera unas 8 horas (yo la hice de un día para otro). De esta forma quedan más tiernas y esponjosas.

Una vez pasado este tiempo, precalentamos el horno a 180 ºC. Picamos el chocolate en trocitos pequeños y lo agregamos a la masa. Vamos rellenando las cápsulas hasta la mitad, teniendo en cuenta que la masa sube mucho. 

Espolvoreamos por encima un buen puñado de azúcar avainillado y horneamos durante 20-22 minutos. Las dejamos reposar unos minutos en la bandeja y cuando hayan templado las enfriamos por completo encima de una rejilla.