jueves, 25 de junio de 2015

Tarta de limón, crema de queso y frutos rojos

En casa somos mucho de celebraciones y cualquier excusa es buena para poder reunirnos. Y, para mí, no hay mejor motivo para encerrarme en la cocina y hacer algo que haga ese acontecimiento aun más especial.


El pasado 22 de junio fue el cumpleaños de mi madre y la ocasión se merecía que estuviera a la altura de un día tan especial. Se me pasaron cientos de sabores, colores y combinaciones para hacer un pastel que se identificara con ella y al final me decanté por este: bizcocho de limón, crema de queso y frutos rojos. A la vista transmite delicadeza y naturalidad y su sabor es dulce y fresco. Como mi madre. 



Lo más importante es que a ella le encantó, tanto de aspecto como de sabor. ¡Pero a mi todavía me gusta mucho más ella! ¡Felicidades mami! :-)


Ingredientes:

*Para el bizcocho:

1 yogur de limón
1 medida de aceite
2 medidas de azúcar
3 medidas harina tamizada
1 sobre de levadura
3 huevos -claras y yemas separadas-
Ralladura de limón

*Para la crema de queso:

300 gr de azúcar glas
50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
125 gr de queso crema frío -tipo philadelphia-

Frambuesas y arándanos

Preparación: 

Precalentamos el horno a 180 ºC. Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal hasta que queden firmes. 
En otro bol, mezclamos las yemas con el azúcar hasta que quede una mezcla homogénea. Añadimos el yogur, el aceite, la harina, la levadura y la ralladura de limón. Batimos bien cada ingrediente antes de añadir el siguiente. 
Con ayuda de una lengua, añadimos las claras montadas con cuidado de que no se nos bajen. 
Engrasamos 2 moldes de 20 cm y horneamos unos 30 min o hasta que al pinchar un palillo éste salga limpio. Enfriamos sobre una rejilla durante 5-10 min y luego enfriar completamente fuera del molde.

Mientras se hornea el bizcocho, preparamos la crema. Batimos el azúcar tamizado previamente con la mantequilla con una batidora de varillas hasta que quede bien mezclado. Añadimos el queso crema de una sola vez y batimos hasta que quede completamente integrado. Cuando la consistencia sea ligera y esponjosa, lo vertemos en una manga pastelera y lo reservamos en la nevera (lo guardé en la nevera para que la masa fuera firme a la hora de decorar porque con el calor se derrite con mayor facilidad).

Para decorar, ponemos una capa de bizcocho, la rellenamos de crema de queso, repartimos unas frambuesas y unos arándanos y ponemos la otra capa de bizcocho encima. Por último, decoramos con una manga pastelera y la crema de queso de la manera que más os guste. 


jueves, 28 de mayo de 2015

Ensalada de mango, foie y chocolate

En casa somos todos muy dados a las ensaladas. Papá tiene su especialidad y le gusta hacerla con manzana, queso fresco, pasas y nueces. Mamá prefiere las ensaladas frescas con palitos de cangrejo, piña o aguacate. Iván, el otro día me sorprendió para cenar con una ensalada de fresas, kiwi, queso fresco y vinagreta de cerezas. Y Oscar...bueno, ¡Oscar prefiere unos macarrones gratinados!
En cuanto a mí, me gustan todas las variedades y por lo general me gusta innovar y probar cosas nuevas.


Hace un par de años, para la comida de Navidad que hicimos en casa, preparamos esta ensalada de mango, foie y chocolate a modo de entrante para toda la familia. Me topé con la receta unos días antes en uno de los blogs que más me gustan, To be Gourmet, mientras buscaba inspiración para hacer los aperitivos de Navidad. Y la verdad, me encantó. La combinación dulce y salado suele ser un acierto, el mango una de las frutas que más me gustan, el foie es toda una delicia y el chocolate...¡el chocolate siempre apetece! En conclusión, no tenía motivos para no hacerla.


¿Y a vosotros, cómo os gustan las ensaladas?

Ingredientes:

Ensalada de brotes tiernos
Mango
Foie
Chocolate negro
Aceite
Sal
Vinagre de módena

Preparación:

Pelamos el mango y lo cortamos a daditos. Reservamos.
Ponemos la ensalada en un bol grande y sazonamos. Vertemos un chorrito de aceite y removemos bien. Repartimos la ensalada en platos individuales. Rociamos con un poco de vinagre de módena.
Cortamos el foie a dados del mismo tamaño que el mango y lo echamos por encima de la ensalada. Igualmente, echamos por encima los dados de mango que teniamos reservados.
Por último, rallamos chocolate negro por encima.

¿Fácil verdad?

*No he puesto cantidades en los ingredientes porque depende si es una ensalada a modo de aperitivo o de primer

lunes, 13 de abril de 2015

Mesa dulce A&D

Una vez más he podido disfrutar haciendo lo que más me gusta: cocinar. Además, ahora si que puedo anunciar que de esta pasión, junto con la de Iván -fotógrafo-, ha salido SIDECAR, un proyecto que combina la repostería y la fotografía, en el cual la ilusión y las ganas que le ponemos es el ingrediente principal. Podéis seguirnos y ver nuestros trabajos en nuestra página de Facebook.


El pasado 03 de abril tuvo lugar la boda de Amal&David que os comenté en la anterior entrada y tuve el honor de poner mi granito de arena en ese día tan especial para ellos. 
La ceremonia tuvo lugar al mediodía y la mesa de postres la monté para que la degustaran en el momento del baile. Se componía de los siguientes dulces: galletas de limón decoradas, cakepops de chocolate, rollitos de canela y cupcakes red velvet. Además, una guirnalda de conos con palomitas y golosinas varias. Los tonos que envolvían la mesa fueron el malva y el blanco. El estilo escogido: vintage -con las cajas de frutas, el palet, la lavanda y la tela de saco-. Y, para terminar, las iniciales de los novios hechas con tapones de corcho. 






La semana anterior ya empezamos el trabajo con una sesión de preboda dirigida por Iván. Los nervios empezaban a florecer pero no impidieron que salieran unas fotos tan bonitas como las que podéis ver aquí. Primero, un paseo por la playa para coger confianza con la cámara y, para terminar, una puesta de sol y un picnic en la montaña para cerrar la tarde. 
Cuando terminamos, ya sólo nos tocaba concretar detalles para el día de la boda y esperar a que llegara el gran día la semana siguiente.








miércoles, 18 de marzo de 2015

Galletas de limón

Cuando empezó mi afición por la cocina y, concretamente, con la repostería nunca pensé que me aportaría tantas cosas nuevas. He ido aprendiendo por mi cuenta poco a poco gracias a los blogs que sigo y a los libros de cocina que tengo en casa y que me atrapan siempre que tengo un rato libre.
Sin embargo, el viaje que empecé a emprender yo sola de la mano de la gastronomía ahora esta tomando un nuevo rumbo. 



Iván es un gran fotógrafo que paso a paso está sacando a la luz esa capacidad para mirar a través de un objetivo (aquí su web, aquí su facebook). Dedicando muchas horas a practicar con la cámara, aprendiendo a base de prueba-error, documentándose y siguiendo a los mejores, ha conseguido evolucionar y captar lo que sus ojos ven sacándole el máximo partido.
Él también pensaba empezar un viaje solo con la fotografía pero decidimos unir nuestras aficiones y tomar un nuevo camino juntos. 




A raíz de esta decisión, nos surgió la posibilidad de trabajar juntos en la boda de Amal y David. Una estupenda pareja que se casará el próximo 3 de abril. Iván estará detrás de la cámara para capturar los mejores momentos y yo prepararé una mesa de postres para endulzar la boda. 

La fotografía de Iván, la repostería mía y el estilismo que preparamos juntos se ve reflejado en las fotos de estas galletas. Las hemos preparado para el preboda de Amal y David pero, por el momento, sólo son una breve pincelada de lo que os podremos mostrar en unos días. 


"Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos" -proverbio chino-.



Ingredientes:

500 gr de harina
250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
250 gr de azúcar
1 huevo
1 pizca de sal
Ralladura de un limón

Preparación:

Mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una consistencia cremosa. Añadimos el huevo y la ralladura del limón y volvemos a mezclar. Echamos una pizca de sal. 
Vertemos la harina en tres veces, incorporándola bien en cada ocasión. 

Cuando la masa esté completamente integrada hacemos dos bolas, las envolvemos con papel film y las metemos en la nevera 15 minutos. 

Pasado este tiempo, estiramos una de las dos masas con la ayuda de un rodillo, la colocamos sobre la bandeja del horno cuando tenga el grosor deseado y la volvemos a meter en la nevera. Dejamos enfriar la masa unas 2 horas. 

A continuación, precalentamos el horno a 180 ºC. Sacamos la masa extendida de la nevera y la cortamos con el cortador de galletas, Retiramos el sobrante que nos queda al cortar las galletas. Si queréis gravar letras como en las que he hecho yo, debéis volver a meter la masa en la nevera unos 10 minutos más, estampar las letras pasado este tiempo, y hornear durante unos 10 minutos. 
Si no vais a gravar nada, después de cortar la masa ya la podéis meter en el horno. 

Notas:
* Yo le he puesto ralladura de limón pero podéis añadirle cualquier otro aroma que os guste o dejarlas sin ninguno. 
* El tiempo de horneado depende de cada horno. Es muy importante que lo vayáis controlando bien porque cuando se empiezan a poner los bordes de las galletas dorados ya están hechas. 
*Si os ha sobrado masa podéis envolverla en papel film y congelarla. Para poder estirarla, sólo tendréis que sacarla del congelador unas horas antes. 

lunes, 23 de febrero de 2015

Espaguetis al pesto

Génova, ciudad entre tierra y mar situada al norte de Italia. Es una de las ciudades de este país -el cual me tiene enamorada- que he tenido el placer de visitar. Pasear por sus calles y plazas, las suntuosas iglesias, las fachadas decoradas y la diversidad de paisajes que se pueden observar en esta ciudad la hacen verdaderamente encantadora.


Al igual que en el resto de Italia, la gastronomía es uno de sus puntos fuertes. Como todos sabemos, la mayoría de sus platos se basan en la pasta y, debido a que ésta necesita que le añadan sabor, también destacan las salsas como su especialidad.  Entre todo este mundo de sabores que acompañan a la pasta -bolognesa, carbonara o puttanesca, entre muchas otras- destaca la salsa Pesto. Su origen es de la ciudad de Génova pero, debido al tráfico portuario que la caracteriza, pronto fue extendiéndose por toda Italia.


Hoy en día todos conocemos esta salsa. Su bonito color verde y el extraordinario aroma de la albahaca hacen que sea fácilmente reconocible. Además, a pesar de que son pocos los ingredientes que la componen, proporciona un intenso sabor a los platos de pasta.





Ingredientes:

400 gr de espaguetis
30 gr de hojas de albahaca fresca
1 diente de ajo
20 gr de piñones 
125 gr de queso parmesano
Aceite de oliva
Sal 

Preparación:

En primer lugar hervimos los espaguetis. Para ello, llenamos una olla con abundante agua y cuando empiece a hervir salamos y echamos la pasta. La dejaremos cocer el tiempo que indique el fabricante en el paquete. Escurrimos y reservamos. 

Mientras hierven los espaguetis, ponemos los piñones en una sartén, sin nada de aceite, para que se tuesten. Reservamos.

Pelamos y picamos el diente de ajo y lo añadimos en un vaso batidor. Añadimos también la albahaca, una pizca de sal y unos 100 gr del queso parmesano rallado previamente. Por último, una buena cantidad de aceite y trituramos hasta obtener una salsa homogénea. 

Emplatamos poniendo los espaguetis en un plato y rociamos con la salsa por encima. Ponemos unos cuantos piñones por encima y un poco de queso parmesano rallado. 

*Tradicionalmente, la salsa se prepara machacando todos los ingredientes en un mortero. 



martes, 17 de febrero de 2015

Bizcocho de chocolate y fresas

Febrero es considerado el mes del amor y para muchísimas parejas el día 14 de este mes es motivo de celebración. El color protagonista es el rojo, el olor el de las flores y el sabor una cena especial. 
Si tengo que traducir estas sensaciones del dia de los enamorados en una receta, en lo primero que pienso es en algo dulce. Mi ingrediente preferido: el chocolate y, por supuesto, las fresas el perfecto acompañamiento para este día. 


A pesar de que esta receta os la presento en este mes de febrero, no quise publicarla el día de los enamorados. ¿El motivo? soy de la opinión que es mejor sorprender a las personas que quieres un día cualquiera. Un día que la otra persona piense que va a ser una noche corriente como cualquier otra y de repente se vuelva especial. O un día en que sea especial sólo para la pareja -por el motivo que sea- y no porque lo celebra todo el mundo. Por eso publico la receta hoy, porque es día 17, un día muy especial para mí y una persona que está todos los días a mi lado. 
Además, aprovecho para darle las gracias por ser mi profesor de fotografía particular. Porque estas fotos no habría sido capaz de hacerlas si él no me hubiese enseñado a mirar a través de un objetivo. 





La receta del bizcocho de chocolate es del libro Las recetas de la pastelería Hummingbird. Me gusta mucho esta receta porque el bizcocho queda muy esponjoso y con un sabor intenso a chocolate. En cuanto a la crema de fresa, he seguido la receta del glaseado de vainilla de este mismo libro pero sustituyendo aquélla por la pasta de fresa. 



Ingredientes:

Para el bizcocho:
50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
130 gr de azúcar
1 huevo
1/4 de cucharadita de extracto de vainilla
25 gr de cacao en polvo
3/4 de cucharadita de levadura en polvo
3/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
una pizca de sal
85 gr harina
130 ml de leche

Para el glaseado de fresa:
120 gr de azúcar glas, tamizado
40 gr de mantequilla, a temperatura ambiente
1/2 cucharadita de pasta de fresa

Preparación:

Precalentamos el horno a 180 ºC.
Batimos la mantequilla y el azúcar con unas varillas hasta obtener una crema ligera. Incorporamos los ingredientes en el siguiente orden: el huevo, el extracto de vainilla, el cacao en polvo, la levadura, el bicarbonato y la sal. Es importante que mezclemos bien cada ingrediente antes de añadir el siguiente. Cuando esté todo bien integrado, agregamos la mitad de la harina, luego toda la leche, y finalmente el resto de la harina. Batimos hasta que esté todo bien amalgamado. 
Vertemos la masa en el molde que habremos engrasado previamente y alisamos la superficie con una espátula. Horneamos unos 25 minutos o hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio. 
Dejamos enfriar el bizcocho ligeramente dentro del molde antes de desmoldarlo y dejar enfriar por completo sobre una rejilla. 

Mientras el bizcocho está en el horno podemos ir haciendo el glaseado. Para ello, mezclamos el azúcar y la mantequilla con unas varillas hasta que nos quede una masa esponjosa. Tiene que tener la consistencia adecuada para poder ponerla dentro de una manga pastelera y que nos quede firme sobre el bizcocho. Si os ha quedado muy líquida añadir más azúcar. Finalmente, añadimos la pasta de fresa y removemos con una espátula. 

*Es importante que decoréis el bizcocho cuando esté completamente frío porque sino el calor os derretirá el glaseado. 

viernes, 30 de enero de 2015

New York Cheesecake

Si, en el título de la entrada he especificado tarta de queso de Nueva York. Sin embargo, no lo he escrito por mi receta -aunque, a juzgar por los que la probaron, esta vez he estado muy acertada-. El motivo de mi título es porque este verano he probado la mejor tarta de queso y quiero compartirlo con vosotros. Luego, os cuento mi receta. 



Este verano he estado en Nueva York. Ha superado mis expectativas gratamente porque, a pesar de que era consciente de que me iba a gustar y en muchos momentos me iba a dar la sensación de estar dentro de una película, también me ha sorprendido en muchos sentidos. Es una ciudad repleta de rincones que merecen detenerse varios minutos -e incluso horas- y que por su extensión y diversidad de sitios por ver hace que tengas la necesidad de volver a visitarla. 
Los meses anteriores al viaje me empapé de información. La guía de Nueva York y, sobretodo, blogs y diversas páginas de internet fueron mis mejores recursos. Quería hacerme un plan de viaje para poder disfrutar de la ciudad al máximo en los 9 días que estábamos allí. Mi objetivo era que tanto mi familia como yo pudiéramos llevarnos el mejor recuerdo de la ciudad haciendo vida allí como si fuéramos unos  neoyorkinos natos.


Uno de los blogs que más me ayudó a hacerme el plan fue el de La 5th con Bleecker st. Isabel es la autora de este espacio y, después de haber estado en Nueva York en muchas ocasiones, te cuenta la ciudad con detalles y muestra los mejores restaurantes, paseos, tiendas y muchas cosas más. 
Una de las cosas que leí y tuve claro desde el primer momento que teníamos que hacer era comer el mejor cheesecake de la ciudad. Y eso hicimos. Una tarde, después de estar un buen rato caminando, hicimos un descanso para merendar tarta de queso. El sitio se llama Eileen's y está en 17 Cleveland Place, una plaza muy tranquila en un barrio encantador para pasear. Sólo venden chessecake y tienen diversos tamaños -nosotros escogimos el tamaño individual. En cuanto a los sabores, tienen una infinidad para escoger, ¡tengo que volver para probar otros! Mi padre y mi hermano no quisieron ningún tipo de cobertura así que se pidieron el clásico. Por el contrario, mi madre y yo nos decantamos por la fresa. 

La cara de mi hermano lo dice todo...¡estaba alucinando de lo bueno que estaba!


Después de probar un Cheesecake como aquél he probado de hacer diferentes versiones. Obviamente ninguno me ha quedado igual pero esta receta que os voy a dar es la que más me gusta. Tiene una textura muy suave y es muy ligero así que para los que no seáis muy golosos seguro que también os va a encantar. 



Ingredientes:

1 paquete de galletas maria
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
375 gr de queso philadelphia
375 gr de mascarpone 
150 gr de azúcar
2 cucharadas de harina
3 huevos y 2 yemas
125 gr de nata (yo la puse semi batida)
Ralladura de medio limón
1 cucharadita de pasta de vainilla

Preparación:

Precalentamos el horno a 180 ºC.

Trituramos las galletas hasta que queden muy finas y las mezclamos con la mantequilla hasta que quede una masa homogénea. Forramos el interior del molde presionando con los dedos hasta que nos quede uniforme. Lo reservamos en la nevera.

Batimos el queso philadelphia y el mascarpone con una batidora hasta que nos queden lisos. A continuación, añadimos el resto de los ingredientes siguiendo este orden: azúcar, harina, ralladura de limón, vainilla, huevos, yemas y, por último, la nata. Es importante que después de añadir cada ingrediente lo integremos bien antes de verter el siguiente. 

Cuando tengamos la masa lista la vertemos en el molde que teníamos preparado con las galletas. Subimos la temperatura del horno a 200 ºC y horneamos durante 15 min. Pasado este tiempo, bajamos la temperatura a 100 ºC y lo dejamos cocer durante 1 hora aproximadamente. Una vez lo tengamos hecho, apagamos el horno y dejamos el chessecake dentro con la puerta entreabierta durante 1 hora más. A continuación, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar completamente antes de desmoldar. 

Para la cobertura, yo hice un coulis de frutos rojos pero podéis añadirle mermelada del sabor que más os guste o fruta o chocolate. 

Reservar en la nevera unas horas hasta que os lo vayáis a comer.