lunes, 23 de febrero de 2015

Espaguetis al pesto

Génova, ciudad entre tierra y mar situada al norte de Italia. Es una de las ciudades de este país -el cual me tiene enamorada- que he tenido el placer de visitar. Pasear por sus calles y plazas, las suntuosas iglesias, las fachadas decoradas y la diversidad de paisajes que se pueden observar en esta ciudad la hacen verdaderamente encantadora.


Al igual que en el resto de Italia, la gastronomía es uno de sus puntos fuertes. Como todos sabemos, la mayoría de sus platos se basan en la pasta y, debido a que ésta necesita que le añadan sabor, también destacan las salsas como su especialidad.  Entre todo este mundo de sabores que acompañan a la pasta -bolognesa, carbonara o puttanesca, entre muchas otras- destaca la salsa Pesto. Su origen es de la ciudad de Génova pero, debido al tráfico portuario que la caracteriza, pronto fue extendiéndose por toda Italia.


Hoy en día todos conocemos esta salsa. Su bonito color verde y el extraordinario aroma de la albahaca hacen que sea fácilmente reconocible. Además, a pesar de que son pocos los ingredientes que la componen, proporciona un intenso sabor a los platos de pasta.





Ingredientes:

400 gr de espaguetis
30 gr de hojas de albahaca fresca
1 diente de ajo
20 gr de piñones 
125 gr de queso parmesano
Aceite de oliva
Sal 

Preparación:

En primer lugar hervimos los espaguetis. Para ello, llenamos una olla con abundante agua y cuando empiece a hervir salamos y echamos la pasta. La dejaremos cocer el tiempo que indique el fabricante en el paquete. Escurrimos y reservamos. 

Mientras hierven los espaguetis, ponemos los piñones en una sartén, sin nada de aceite, para que se tuesten. Reservamos.

Pelamos y picamos el diente de ajo y lo añadimos en un vaso batidor. Añadimos también la albahaca, una pizca de sal y unos 100 gr del queso parmesano rallado previamente. Por último, una buena cantidad de aceite y trituramos hasta obtener una salsa homogénea. 

Emplatamos poniendo los espaguetis en un plato y rociamos con la salsa por encima. Ponemos unos cuantos piñones por encima y un poco de queso parmesano rallado. 

*Tradicionalmente, la salsa se prepara machacando todos los ingredientes en un mortero. 



martes, 17 de febrero de 2015

Bizcocho de chocolate y fresas

Febrero es considerado el mes del amor y para muchísimas parejas el día 14 de este mes es motivo de celebración. El color protagonista es el rojo, el olor el de las flores y el sabor una cena especial. 
Si tengo que traducir estas sensaciones del dia de los enamorados en una receta, en lo primero que pienso es en algo dulce. Mi ingrediente preferido: el chocolate y, por supuesto, las fresas el perfecto acompañamiento para este día. 


A pesar de que esta receta os la presento en este mes de febrero, no quise publicarla el día de los enamorados. ¿El motivo? soy de la opinión que es mejor sorprender a las personas que quieres un día cualquiera. Un día que la otra persona piense que va a ser una noche corriente como cualquier otra y de repente se vuelva especial. O un día en que sea especial sólo para la pareja -por el motivo que sea- y no porque lo celebra todo el mundo. Por eso publico la receta hoy, porque es día 17, un día muy especial para mí y una persona que está todos los días a mi lado. 
Además, aprovecho para darle las gracias por ser mi profesor de fotografía particular. Porque estas fotos no habría sido capaz de hacerlas si él no me hubiese enseñado a mirar a través de un objetivo. 





La receta del bizcocho de chocolate es del libro Las recetas de la pastelería Hummingbird. Me gusta mucho esta receta porque el bizcocho queda muy esponjoso y con un sabor intenso a chocolate. En cuanto a la crema de fresa, he seguido la receta del glaseado de vainilla de este mismo libro pero sustituyendo aquélla por la pasta de fresa. 



Ingredientes:

Para el bizcocho:
50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
130 gr de azúcar
1 huevo
1/4 de cucharadita de extracto de vainilla
25 gr de cacao en polvo
3/4 de cucharadita de levadura en polvo
3/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
una pizca de sal
85 gr harina
130 ml de leche

Para el glaseado de fresa:
120 gr de azúcar glas, tamizado
40 gr de mantequilla, a temperatura ambiente
1/2 cucharadita de pasta de fresa

Preparación:

Precalentamos el horno a 180 ºC.
Batimos la mantequilla y el azúcar con unas varillas hasta obtener una crema ligera. Incorporamos los ingredientes en el siguiente orden: el huevo, el extracto de vainilla, el cacao en polvo, la levadura, el bicarbonato y la sal. Es importante que mezclemos bien cada ingrediente antes de añadir el siguiente. Cuando esté todo bien integrado, agregamos la mitad de la harina, luego toda la leche, y finalmente el resto de la harina. Batimos hasta que esté todo bien amalgamado. 
Vertemos la masa en el molde que habremos engrasado previamente y alisamos la superficie con una espátula. Horneamos unos 25 minutos o hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio. 
Dejamos enfriar el bizcocho ligeramente dentro del molde antes de desmoldarlo y dejar enfriar por completo sobre una rejilla. 

Mientras el bizcocho está en el horno podemos ir haciendo el glaseado. Para ello, mezclamos el azúcar y la mantequilla con unas varillas hasta que nos quede una masa esponjosa. Tiene que tener la consistencia adecuada para poder ponerla dentro de una manga pastelera y que nos quede firme sobre el bizcocho. Si os ha quedado muy líquida añadir más azúcar. Finalmente, añadimos la pasta de fresa y removemos con una espátula. 

*Es importante que decoréis el bizcocho cuando esté completamente frío porque sino el calor os derretirá el glaseado.